Diálogos para activar
Documento 3
Presentación
El marco de lo que hemos dado en llamar conversatorios de Centinela Sur, retomamos la senda de encuentros con distintos actores que aportan su mirada, diversa y desde la perspectiva del rol y lugar que ocupan. En esta ocasión, tocó el turno de los medios, elegimos a uno de los referentes más importantes de la ciudad, con amplia trayectoria en el ámbito radial y televisivo.
La orden del día para el conversatorio en esta ocasión, giró en torno a temas tales como el rol de los medios frente a la política (pero, sobre todo, frente a esta política); el poder que los mismos ostentan y la influencia frente al público en general; hasta el presente político de la ciudad y el futuro; los temas que importan y preocupan al tandilense y la mirada estratificada de una ciudad de la envergadura de Tandil.

En contexto
Las recientes medidas del gobierno nacional se han comportado de una manera lineal, hasta el momento, en el sentido en que brilla por su ausencia el espaldarazo al trabajador; más bien, podríamos indicar todo lo contrario. Caída abrupta del consumo; pérdida del poder adquisitivo de la clase media; caída en picada del salario de los trabajadores; jubilados contra las cuerdas… parece que la “casta” se reconvirtió y tal camaleón, cambio de forma, color y sustancia: ya no es la clase política, sino más bien, los trabajadores, estudiantes, jubilados y pequeños empresarios.
En esta dirección, el referente de los medios nos sorprende con un dato, sus ingresos actuales están por debajo de lo que cualquiera pudiera imaginar, teniendo en cuenta la trayectoria de alguien con más de 30 años en los medios y su experiencia, que lo hacen dueño del prime time en el principal multi medio local; para nuestra sorpresa, un empleado de comercio – sin decir con esto que no debiera ser así – gana más que un periodista del medio más importante a nivel local.
Y esto tiene una explicación sencilla: sin CCT, sin representación sindical, las “reglas” del mercado hacen su juego. Además, desde el 10 de diciembre en adelante, las partidas presupuestarias de Nación destinadas a la pauta publicitaria, se han visto considerablemente reducidas a una expresión igual a cero… sí, hoy el medio más importante a nivel local, no tiene pauta publicitaria de Nación – como tampoco tienen los demás medios –; ya estaba esto advertido: no hay plata. Si bien es cierto que la provincia no ha quitado la pauta, la misma no tiene la relevancia presupuestaria que supo tener; y en el plano local, el Municipio ha dado de baja pautas enteras, en algunos medios, teniendo un impacto directo en la sustentabilidad de los mismos, sobre todo de aquellos que por envergadura y audiencia, ven coartada la posibilidad de sobrevivir por sus propios medios.
Yendo hacia una mirada más “política” de la realidad, el hombre de medios nos da su punto de vista; el balotage significó el triunfo de un discurso radical, frontal y sin medias tintas. Acaso un “compilado” de odio, frustración, desencanto y descredito, convertido en oferta electoral; sin plataforma sólida, sin territorio al estilo del peronismo; sin mucha programática, más que una moto sierra dispuesta a romper, simplemente a romper… entre otras cosas, porque LLA es un “producto” de lo que odia y quiere “la gente”; es la voz de Mirtha Legrand diciendo “lo que la gente quiere”, revirtiendo la carga de la demanda. Así se construye poder, también, en la dinámica política pendular de la Argentina.
El acompañamiento de la gente (genérica y a trazo muy grueso) se entremezcla con la resistencia; de ese mismo sujeto, convencido – antes que nada, convencido – de que todo lo anterior, sobre todo si viene con el ismo antecedido por “kirchner” y por“peron”, era sinónimo de opresión, miseria, corrupción y mentiras. Pero esta lógica de la diferenciación, se imprime sobre la base de la aparente necesidad de legitimar acciones políticas a través de la inmediata señalización de adversarios; enemigos de distinta índole, pero de peso, tanto material, como simbólico. Nuestro invitado convoca al pasado, en este punto, y nos aclara “el poder se construye alrededor de una estrategia del conflicto… la “casta”, el comunismo de hoy, fueron el campo y Clarín, ayer”. Meta mensaje: si hurgamos en el pasado reciente, no hay mucho de “nuevo”, sino más bien de re adaptación al momento de construir poder material y simbólico.
Pero todo esto penetra en el inconsciente colectivo, acompaña su reflexión el hombre de medios, y es en parte lo que explica el “por qué” de la elección de determinadas ofertas electorales. Muy por fuera de los tradicional, es cierto, pero con una férrea alusión a la historia – un poco tergiversada, puede observarse –, invocando épocas del liberalismo estilo Carlos Saúl, hasta pasar por la biblioteca de un Alberdi un tato diferente presentado hoy, en relación a su real mirada liberal; lo que es innegable: un nivel de éxito desde la estrategia de comunicación, que tiene poca oposición.
En relación al rol de los medios, en la actualidad, y analizando la brecha entre independencia y pauta estatal, nuestro invitado plantea un disparador lleno de novedad: “los medios están sobrevalorados”. Y esto lo explica a partir de lo que entiende como una debilidad de la política – en su propio accionar – que hace que los medios adquieran una relevancia que, en realidad, no tienen. Esto afecta mayormente al pueblo, impide una orientación directa. Un canal entre la representación y el representado, sin intermediarios; lo que podría compararse con la comunicación y la aguja hipodérmica, donde el mensaje es directo. Milei gana por vías no tradicionales, en definitiva.
Los medios y el odio (que parece estar de moda, como instrumento de hacer y decir la política) no pueden quedar fuera del conversatorio. El nómada virtual, un concepto made in Siglo XXI, consume cultura de corto plazo, breve, pero profunda. Allí se imprime el odio; la oferta de ese odio está fuera de encuadre, puede utilizarse para casi cualquier cosa, potencia el individualismo menos virtuoso y le otorga al “grito” y, por ende “al que grita” un poder dogmático. Es el Dios que nos atrae con su ira, aún en contra de nuestros propios intereses (es el hombre que cierra la persiana de su comercio, pero aclara, “es lo que tiene que pasar, para que estemos mejor”).
También es cierto, o al menos es lo que pone en la mesa el hombre de medios, que el odio en las redes no nace con LLA y su ejército de Trolls. El kirchnerismo hizo de la polarización una verdadera siembra de odio, fueron, dentro de este siglo, pioneros en ese instrumento de dominio de masas. La batalla cultural tiene su lado gris.
Por último, pero no por ello de menor importancia, el invitado se despacha dejando más que un título sobre la mesa; fiel a su estilo, apunta: “Argentina necesita un nuevo Perón”; hoy debemos poder identificar un líder con rasgos del General, pero con una mirada acertada de la actualidad – y sus demandas – que ordene, conduzca y proyecte sobre la base de (re) valorizar la política, como un instrumento de percepción positiva dentro del pueblo. Lo contrario de esto, ha sido abrir la puerta a la emergencia del outsiders.
Pensar para desarrollar
Luego de conversar distendidamente sobre temas de interés, relacionados con el escenario nacional, analizando (sobre todo) el rol de los medios y la comunicación, surgieron algunos puntos que el hombre de medios nos dejó para pensar en una ciudad distinta. En este contexto, la consulta final se refirió al Tandil pos Lunghi, a cómo se percibe en la actualidad la foto del sillón de Belgrano al 400 sin el longevo gobernante.
Si no surge un nuevo liderazgo desde la política tradicional – ese nuevo Perón que reclama el hombre de medios – la emergencia de un outsiders no es inimaginable. Pero es cierto también que figuras como Iparraguirre y Nicolini han hecho un camino bastante sólido como para aglutinar electores propios y salir a la captación de la diáspora lunghista, sin (hasta el momento) un “señalado” por el líder en quien pensar, urna de por medio.
A partir de allí, emergen las tareas…
- Pensar la comunicación, lo nuevo y lo viejo, como un elemento central para posicionar un referente, no tan tradicional, pero lejos del outsiders;
- La figura política debe tener necesariamente “llegada” al empresariado; debe dar garantías de acompañamiento;
- Se debe trabajar en instrumentos que nutran al Estado de un rol de coordinación y acompañamiento; distinto al de asfixia y asistencialismo que lo han caracterizado en los últimos 20 años;
- Las organizaciones sociales deben (de)construir su visión negativa, frente a la comunidad; hay que quebrar ese paradigma, ¿cómo?: mostrando gestión y los resultados obtenidos hasta ahora.